LA PEÑA DEL ARCIPRESTE
Se trata de un privilegiado rincón de la Sierra donde la geografía entronca con la literatura. Y nos permite evocar uno de los primeros cantores de nuestras montañas: Juan Ruiz, Arcipreste de Hita. Poco importa que el Libro del Buen Amor describa un viaje real o uno imaginado, nos ilustra sobre la realidad y emoción de una sierra que ya era recorrida, aunque por sendas precarias y habitadas de curiosos personajes como nos narra el Arcipreste
El peñasco no lejos del Puerto de Tablada, fue declarado Monumento Natural de Interés Nacional, no señala exactamente el lugar por donde pudo pasar nuestro poeta, pero se trata de un paraje muy pintoresco.
Fue una Real Orden de 1930 que declaró esta peña Monumento Natural. A propuesta de la RAE que presidía Ramón Menéndez Pidal. El 23 de noviembre de aquel año se inauguró el monumento, se grabó una inscripción en la roca que recordaba al Arcipreste: “cantor de esta Sierra do gustó las aguas del río del Buen Amor”.
También se grabaron unos versos suyos y se colocó una arqueta de hierro con un ejemplar del libro del Buen Amor, que se dejó a disposición de futuros visitantes. Fue un acto, a decir de las crónicas, muy concurrido, al que asistió Menéndez Pidal, Hernández Pacheco, y Elías Tormo, ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes.
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