Tras caminar desde las 8 de la mañana hasta casi la 6 de la tarde, haber pasado calor, haber soportado algún pequeño chaparrón, comprobar que la rodilla de Juancho ha podido aguantar después de la reciente operación de menisco, y la mía que tampoco ha ido tan mal después de la tendinitis...sólo quedan ánimos para tomar una cervecita fresquita en Hoyos del Espino, y volver pronto a casa. Sin duda ha sido una gran excursión, sin resultar una extraordinaria paliza, se trata de un recorrido que conlleva una aproximación un tanto larga al verdadero meollo del asunto: el circo de las Cinco Lagunas, suspendido a buena altura, y cobijado entre poderosas moles graníticas en un paraje difícilmente superable. Todo el recorrido está marcado como PR (pequeño recorrido) jalonado de hitos de piedra que se van aupando por una ruta bastante evidente.
La ruta de aproximación es bastante larga, dejando el cauce del río siempre nuestra derecha, primero se entra en una zona arbolada, para luego ir flanqueando una zona de monte bajo para salir a una larga explanada herbosa donde se prosigue con comodidad. Al fondo y a la izquierda sobresale la airosa mole del Cernuval aún cubierto de gran cantidad de nieve en sus alturas. Y un poco más atrás las afiladas cresterias y picachos del macizo central. Se prosigue ahora cerca de las cantarinas aguas hasta el chozo de la barranca. Pequeño refugio donde se agradece un reparador descanso. Juancho lo aprovecha para probar la frialdad de las aguas y tratar de paliar su desmejorada rodilla.
El terreno comienza a elevarse después del chozo y el sendero remonta un corto y duro repecho. El paisaje se hace más interesante y el camino más incómodo pues hay que atravesar algún entolladero y distintos lanchares, sin apenas dificultad si el terreno está seco pero que pueden resultar peligrosos si el granito está mojado. A nuestra derecha el agua parece saltar entre los pequeños escalones de dura roca formando pequeños hilos blancos en medio de un escenario que va ganando espectacularidad.
Se llega por fin a la laguna de Majalescoba (1830m), más humilde que sus hermanas mayores que moran en cotas más elevadas. Está rodeada de pastizales y tiene poca profundidad. Se sigue atravesando una zona de lanchares algunos de ellos bastante anchos. Incrustado en el granito aflora un extenso verdin, una pista de patinaje en caso de encontrar agua. Por fortuna el terreno está seco y avanzamos sin dificultad. Se llega a un sitio plano donde comienza la Hoya de las Berzas, aquí creemos que ya hemos llegado, pero no esa así. Un poste indicador nos indica la subida a las Cinco lagunas. Falta entonces la parte quizás más dura, un paredón que sustenta y separa el Circo de las Cinco Lagunas de la citada Hoya. Es conveniente seguir el difuso sendero jalonado de hitos antes de subir de cualquier manera trepando entre los grandes bloques. Superando al final una pequeña brecha alcanzamos por fin el buscado Circo.
Bajamos por una pequeña pedrera hasta alcanzar la orilla de la laguna Bajera (2100 metros ) la inferior de las cinco en un paraje absolutamente grandioso. En algunas zonas una capa de vieja nieve casi lame el agua. Junto a la orilla unas estrechas praderitas verdes invitan al descanso y a la contemplación de esas cimas casi inaccesibles que parecen rodearnos. Alfonso se descalza para probar las gélidas aguas. Comemos y algunos más que otros comienzan a inquietarse por los nubarrones que van cerrando el cielo. Nos alcanza una pareja que han subido casi al tiempo de nosotros y que prosiguen más arriba pues tratan de subir a la portilla del rey. En la zona de desague de la laguna el cielo toca directamente las quietas y ateridas aguas. Es un lugar para estar mucho tiempo y después continuar con la exploración del territorio. Sin embargo las nubes inquietan y optamos por bajar (es cierto que los lanchares mojados y encima bajando no ofrecen mucha garantía) y tal vez sea ésta la mejor opción. El grupo de Dani, que han venido esta mañana directamente de Madrid, y que encontramos cuando comenzamos a descender, si completarán el recorrido de las Cinco lagunas, y podrían dejarnos una pequeña descripción de lo visto y sentido.
La bajada se hace bastante larga, Juancho sufre por su dolorida rodilla, pensando que este palizón ha sido una locura. Cada uno baja a su ritmo, tenemos que poner atención en algún punto y por fín dejamos atrás la zona más complicada y desde el Chozo la cosa es más sencilla. Tras varios fallidos amagos al final conseguimos mojarnos pero ya no quedan demasiado lejos los coches y la llegada al aparcamiento supone un no poco alivio. Son casi las seis de la tarde y ya nos parecen que quedan muy lejos las 8 de la mañana donde, sin conocer donde nos metíamos, comenzamos la andadura. Un gran dia de montaña que nos ha dejado suficiente regusto para volver no a mucho tardar.
Participantes:
1º Grupo (durmiendo en Hoyos el dia anterior):
Juancho, Alfonso, Manuel, Jose Antonio, Rubén, Gustavo
2º Grupo (viniendo directamente desde Madrid el sábado)
Dori, Dani, Enrique, Emilio, Ricardo
Enhorabuena a Juancho por su recuperación de menisco y su logro de casi mil metros de desnivel de subida y de bajada.
ResponderEliminarAl cruzarnos en la primera laguna se te veía realmente preocupado por lo que te quedaba de vuelta, pero llevabas buenos compañeros de marcha.
Saludos a tod@s, y animaros a comentarle algo a Gustavo,
Dani