Viernes por la tarde en el pequeño pueblo de Hoyos del Espino. 500 habitantes y 60 establecimientos hosteleros. La ciudad ya ha quedado muy lejos, se respira casi el silencio, y la vista se pierde con la contemplación del Macizo Central de Gredos coronando el paisaje.
Son las 8 de la mañana, nos hemos levantado a eso de las 6.20 y estamos bastante frescos y animados para iniciar la caminata.
La airosa cumbre del Cernuval o Cabeza Nevada, que se levanta desafiante a nuestra izquierda domina los primeros kilómetros de la marcha
Un primer descanso al llegar a la zona de praderíos. Por aquí se anda cómodamente.
Se aprecia la amplia cubeta del valle que acebamos de atravesar. Remontamos un primer escalon dejando el pequeño chozo del la Barranca a nuestros pies
El camino comienza a complicarse, y el sendero continúa remontando metros en medio del caos de rocas sueltas y praderitas herbosas. La vista se pierde en un paisaje soberbio.
Por fin, despues de una dura cuesta alcanzamos la laguna bajera. El esfuerzo ha merecido la pena, tenemos los colosos de Gredos reflejados en las quietas aguas. Inmensidad de paisaje encaramado en la altura.
Alfonso quiso probar las frias aguas, no aguantó mucho en esta posición,.
El agua parece un cristal donde se refleja el cielo y parece que casi lo besa en el horizonte
El escalón que separa el Circo de las Cinco Lagunas de las Hoyas de las Berzas es la parte más incómoda de pasar, conviene no perder los hitos que guían el sendero.
Aún nos esperaba una larga bajada, nos encontramos con varios grupos de personas que subían tal vez para vivaquear arriba. De todas formas es una zona bastante tranquila y no demasiado concurrida.
Una última mirada a aquel fantástico paisaje.
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