Este es el blog del grupo de montaña del Paseito. Aquí encontrarás información y comentarios de nuestras excursiones, propuestas de nuevas rutas y diversa documentación relacionada con el senderismo y el medio ambiente. Bienvenid@


Nuestro grupo se creó en enero de 2003, cuando realizamos nuestra primera excursión. Desde entonces nos contemplan ya un largo camino de salidas a nuestras montañas, en particular a la vecina Sierra de Guadarrama

martes, 30 de agosto de 2011

Circular Valsain-Peñalara. Sábado 27 agosto


Cumbre del Peñalara
Se trata de una excursión que ya hacía tiempo deseaba realizar. Se trata de superar un escalón de 1200 metros de la forma más directa posible. Esta vez, dejamos la ruta normal de ascenso que pasa por el Puerto del Nevero para intentar una vía más directa por la Majada Hambrienta. Y bajar por la vía rápida a través de la inmensa pedrera que cubre la cara norte del Peñalara.

Descendiendo al chozo Aranguez
Alfonso, Jose y yo nos pegamos un buen madrugón para estar en Valsain a eso de las 7.30, con algo de fresquito que nos obligó a llevar una prenda de abrigo al menos la primera parte de la marcha. Comenzamos por la cómoda pista asfaltada que luego se bifurca y va rodeando el Moño de la Tía Andrea.

Esa primera parte del recorrido es agradable, se pasa por el curioso cumulo de rocas que se llama la Cueva del Monje, en un momento dado hay que girar a la izquierda abandonado la pista principal que va flanqueando la ladera de Dos Hermanas hasta terminar desembocando en la carretera justo donde acaban las siete revueltas. Nosotros optamos por otro ramal, con firme muy suelto que comienza a remontar fuertemente. Hay que coger posteriormente otro ramal a la derecha que va a morir más arriba, de aquí debe salir un senderillo que es el que teníamos que alcanzar.
  
Sin embargo como este ramal comenzaba a descender en vez de seguir subiendo, optamos por ir campo traviesa ya que estábamos bastante altos y pensamos que era fácil comenzar a remontar el laderón final que llega hasta la cuerda.


Repusimos fuerzas junto a un chozo, vimos algunos hitos de piedras sueltas y tenues huellas de un caminillo, así que afrontamos las primeras duras rampas de la Majada Hambrienta, el paisaje era impresionante, muy abajo el caserío de la Granja y la cónica figura del Moño, abajo, a nuestros pies, en una planicie se veía el chozo Aranguez, por fin conectamos con el camino, bien trazado que sube justo desde el chozo y nos alivió bastante aunque quedaban unas buenas rampas por superar.

Con el Peñalara y los Claveles al fondo
 Por fin alcanzamos con satisfacción la cuerda apenas a unos 150 metros más abajo que la alargada cumbre del Peñalara. Sin problemas superamos esta última cuesta, menos pendiente, que nos situó en el concurrido techo de nuestra sierra, impresionantes vistas en todas las perspectivas.

El camino de descenso
 Como Jose tenía prisa por bajar, opté por elegir la vía directa y lanzarnos por la pedrera en vía directa. Impresiona desde arriba cuando se contempla a donde tenemos que bajar. Hay que intentar evitar las zonas de grandes piedras que nos acompañan a izquierda y a derecha, buscando la zona menos pedregosa. Una serie de hitos nos van indicando la zona de descenso sin camino cierto.

 Después de haber bajado poniendo los cinco sentidos alcanzamos la planicie, llegamos hasta el mismo chozo, dejamos el camino que parece irse bastante a la derecha para seguir descendiendo entre la pinada buscando la pista que la atraviesa más abajo.

El valle de Lozoya desde el Peñalara
 Ya en la pista aún nos queda una hora de descenso ya por camino más cómodo. Preciosa excursión que nos llevó casi 8 horas, con muy pocas paradas, que hubieran sido menos si no nos hubiéramos extraviado en la subida. Se puede volver a repetir aunque creo que la mejor manera es subir por el Nevero para luego bajar por otro camino, por el que aún no he transitado que baja desde Dos Hermanas.     

viernes, 12 de agosto de 2011

Excursion 3 de septiembre

Como voy a estar de vacaciones unos dias y "desconectado" del ordenador, os dejo alguna información sobre nuestra excursión de septiembre. La idea es partir de la plataforma (Hoyos del Espino) para subir por el camino clásico hasta la Laguna Grande de Gredos, antes de alcanzarla hay que desviarse para afrontar la larga subida hasta la Portilla del Rey, desde esta escotadura veremos a nuestros pies el precisoso circo encajonado de las Cinco lagunas, hacia el que nos dirigiremos descendiendo con cuidado y dando tiempo para disfrutar del paisaje. Luego seguiremos descendiendo, ya por camino algo más liviano hasta Navalperal de Tormes.
La idea es dejar el dia anterior un coche o dos en Navalperal, por ello la propuesta de ir el viernes y hacer noche en Hoyos, cenar y pasar unas horas agradables, y el sábado temprano dirigirnos a la Plataforma para iniciar la travesía.
Se van a reservar unas plazas en un hostal de Hoyos (en el que estuvimos en mayo) a partir del 25 de agosto. Si alguien quiere incluirlo en la reserva que mande un correo a la dirección del paseito o un comentario en este blogg. A partir de ese momento ya cada uno se buscará el alojamiento.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Deporte y riesgo

Todas las actividades tienen sus "riesgos" (aunque a decir verdad la no actividad, en este caso el sedentarismo también acarrea los suyos). Conocer los riesgos que asumimos cuando salimos a la montañas, tenerlos presentes, y desarrollar una estrategia adecuada para minimizarlos, es una cuestión que deberíamos tener siempre presente, aunque también en este caso la experiencia, y los "dolores" nos van enseñando. En todo caso, como dice Carlos Soria, la montaña siempre va a estar ahí, y si no lo vemos claro lo mejor es bajarnos y ya volveremos otro dia. Os dejo este interesante artículo:

La Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales, ampliamente conocida en el mundo empresarial y de obligado cumplimiento, recoge el conjunto de actividades desarrolladas en los centros de trabajo dirigidas a eliminar o reducir los riesgos que pueden dañar la salud de los trabajadores. En líneas generales, todas las medidas y acciones preventivas que se lleven a cabo, deberán seguir los principios generales de la acción preventiva, los cuales se enumeran en su artículo 15.
Propongo una reflexión basada en los mismos, tratando de trasladar estos principios al marco de la montaña y cada uno, autoridades, clubes, o montañeros, analizar cómo los cumple cada cual en su nivel. Comencemos:

1. -Evitar los riesgos.

Ésta es la primera medida y una de las más efectivas. Cualquier actividad humana comporta un riesgo, pero a veces el no hacer nada es el mayor riesgo. El objetivo en montaña no es tanto eliminar los riesgos, sino encontrar el nivel correcto de exposición. ¿Cuándo y cómo se utiliza? Principalmente en la “fase de diseño”, donde puede actuarse sobre los elementos que generan los riesgos. En montaña y en cualquier lugar esto se traduce en una PLANIFICACIÓN. ¿Existe un Plan de Prevención de accidentes de montaña?

2. -Evaluar los riesgos que no se puedan eliminar.

Exige identificar aquellos riesgos que están presentes en el medio, analizar las causas que los originan, valorar la tolerabilidad del riesgo y determinar qué medidas son las más adecuadas para su control. Casi nada. ¿Y esto cómo se consigue? Con INFORMACIÓN y FORMACIÓN fundamentalmente. La nueva norma ISO 31000 de “Gestión del riesgo” propone una buena metodología válida para cualquier organización.

3. -Combatir los riesgos en su origen.

Las medidas de control anteriormente definidas también tienen su orden de implementación. Siempre es preferible actuar, sobre el origen del riesgo, en segundo lugar sobre el medio de transmisión y por último sobre el receptor.
¿Por qué? Porque actuando sobre el origen podemos eliminar o aislar el riesgo y en los sucesivos estadios disminuir la probabilidad de su ocurrencia y reducir sus consecuencias. Y recordemos: únicamente el 15% de los montañeros rescatados en el Pirineo aragonés son originarios de la comunidad aragonesa. ¿Se hace prevención en el resto de las CCAA para evitar los accidentes en la montaña aragonesa?

4. -Adaptar el trabajo a la persona.

Reformulemos este principio porque es importante: “Adaptar las actividades de montaña a las personas que las van a realizar”. Atañe fundamentalmente en lo que respecta a la elección de la actividad, pero también a la validación de los programas, la selección de los procedimientos, el estado y elección de los lugares de actividad, o el correcto uso de los equipos y materiales a utilizar. En definitiva, a la previsibilidad e inevitabilidad de un posible accidente.
O dicho de otra forma. ¿Cómo podría responder YO ante un tribunal en caso de accidente? La gestión de riesgos implica a TODOS y debe adaptarse a las circunstancias locales. "Problemas locales, requieren soluciones locales"

5. -Tener en cuenta la evolución de la técnica.

Pero sin restar importancia al factor humano, y siempre teniendo en cuenta dos aspectos fundamentales; a saber: Cualquier modificación introducida en los sistemas puede ser fuente de nuevos riesgos y que los sistemas complejos generan accidentes confusos, y a la par, igualmente complejos. La gestión del riesgo es un proceso DINÁMICO y CONTINUO. No termina nunca.

6. -Sustituir lo peligroso por lo que entraña poco o ningún peligro.

No olvidemos que aunque muchos accidentes parecen explicarse analizando lo que ha sucedido en la montaña, en realidad nacen en una oficina, en la barra de un bar o en el hogar. A igualdad de eficacia, hay que realizar actividades que impliquen menos riesgos.
La primera pregunta que nos vamos a hacer todos en caso de accidente es ¿POR QUÉ? Tenemos que tener claro desde el principio que objetivos buscamos. Mejor aún: ¿qué BENEFICIOS esperamos de la actividad? Y como sociedad deberíamos ser conscientes de los beneficios que nos aportan las actividades en la naturaleza. Un breve recordatorio: Los datos que ha dado a conocer el reciente estudio ALADINO (acrónimo de Alimentación, Actividad física, Desarrollo Infantil y Obesidad) inciden en un grave problema de salud. Casi la mitad de los niños evaluados alcanzan un exceso de peso: el 45,2%. De estos, un 26,1% registra sobrepeso y un preocupante 19,1%, obesidad.

7. -Planificar la prevención integrándola en la organización de la empresa.

Marco de referencia inexcusable para nuestros gobernantes y todos aquellos con responsabilidades. Esta planificación exige en primer lugar ESTABLECER EL CONTEXTO, y sin datos fiables es imposible establecerlo. Todavía no nos ponemos de acuerdo en las estadísticas qué es un accidente de montaña o un accidente en montaña. Seguimos metiendo en el mismo saco un rescate con motivo de un esguince de tobillo que el rescate de un grupo de 20 menores en un tres mil. Y la diferencia no es sólo cuantitativa sino cualitativa.
Debemos crear un Observatorio de Seguridad de Nieve y Montaña, y mejor si es a nivel nacional; en el que participen todos los actores implicados, con criterios de clasificación unificados, que proporcione datos precisos, con personal dedicado al análisis de los mismos, y que facilite la información necesaria para la toma de decisiones y la planificación de políticas de prevención.

 8. -Adoptar medidas que antepongan la protección colectiva a la individual.

Hay que mejorar la seguridad de las infraestructuras y de los programas de actividades. Y hay que promover medidas concretas tanto colectivas como individuales. ¿Cómo? Mediante inspecciones y auditorías de seguridad; destinando recursos, humanos y económicos, para la corrección de las deficiencias; y actuando sobre los “puntos negros” e “imprudentes”. Tal vez de forma paralela o después de aplicar todas estas medidas, podríamos implementar medidas sancionadoras.

9. -Dar las debidas instrucciones a los trabajadores.

¿Con qué objeto? Porque sólo aquellos que hayan recibido la formación e información suficiente deben poder acceder a las zonas de riesgo. No hacen falta barreras. Hace falta EDUCACIÓN DE MONTAÑA, cultura del riesgo en todos los niveles, que se traduzca en un comportamiento prudente y respetuoso con el medio. Al igual que en la circulación, deben existir campañas masivas y permanentes de los medios de comunicación; haciendo llegar los beneficios de las actividades en la naturaleza, y mensajes de seguridad para educar al ciudadano y disuadirle de comportamientos temerarios.
Y este último principio no está en la Ley de Prevención. Probablemente porque es tan viejo como la Humanidad. Es la ley de la supervivencia, la dualidad ensayo y error. La diferencia entre el éxito y el fracaso, y la explicación de porqué como seres humanos hemos llegado hasta aquí.

10.- Aprender de los sucesos acaecidos, estudiarlos e incorporar las mejoras.

Las “Lecciones aprendidas” (“Retour d’experience”, “Lessons learned”) entendidas como el análisis de las causas desencadenantes de un accidente, mediante una metodología que analiza todos los elementos implicados, favorables y desfavorables, técnicos o de comportamiento. Permiten definir las líneas de mejora para profundizar en las buenas prácticas, y transmitirlo posteriormente a todos los actores y las generaciones venideras.
Es una de las paradojas del riesgo en esta sociedad actual. Buscamos con anhelo la seguridad y a la vez nos arriesgamos. Razón y emoción. Por eso cuando se produce un accidente somos incapaces de analizar el porqué y de decir claramente sus causas. Simplificamos, generalizamos y desviamos nuestra conciencia hacia esa excusa mediocre y llena de ambigüedad que es la de la mala suerte.
“Lo que hacemos esculpe nuestro cerebro”. Creo firmemente que si entre todos damos unos tímidos pasos en el campo de la PREVENCIÓN, construiremos una sociedad más segura. Pero lo primero es creer en ello. Son las creencias las que determinan las motivaciones, sentimientos y conductas seguras. A todos los niveles.
Libro recomendado: Gestión del riesgo en montaña y en actividades al aire libre

martes, 9 de agosto de 2011

Travesía Morcuera-El Tranco

Tal vez nuestra Sierra de Guadarrama sea montaña antigua, de no grandes alturas y contornos moderados. Sin embargo guarda escenarios donde el senderista puede experimentar grandes sensaciones. Paisajes espectaculares, variada geografía, arquitecturas caprichosas del granito, gargantas, agujas, despeñaderos... un paisaje, en suma, que en nada tiene que envidiar a otros tal vez con más renombre.

 Todo ello viene a colación de nuestra última marcha, realizada el pasado sábado 6, que nos permitió disfrutar por unas horas adentrándonos en el laberíntico reino de piedra que se llama La Pedriza. Salimos de la Morcuera para sin más dilación enfrentarnos a la primera cuesta que sube a la Najarra (rincón de piedras, reza su toponimia), presagio de lo que sería nuestro dia. Recorrimos la pequeña meseta superior que forma este monte, para inicar la bajada a un collado y la más sencilla subida al Bailanderos. Macizo baluarte que parece casi inaccesible desde la distancia. Las vistas hacía rato que eran espectaculares. A nuestra derecha se ahondan los profundos valles de la Pedriza aún muy abajo.



Una entretenida bajada nos situa en el collado de evocador nombre (San Pedro de los Lobos), para afrontar nuestra última subida por un laderón hasta el techo de esta marcha: Asómate de Hoyos (2239 metros), tal vez la cumbre menos alpina de las que conforman la Cuerda Larga.

Viene entonces un trabajado descenso donde deberemos perder más de 1.000 metros mientras vamos entrando y atravesando el corazón de la Pedriza, admirando esos paisajes inverosímiles que se levantan a nuestro lado. Se desciende sucesivamente como recorriendo varios pisos. Todo el camino está marcado con hitos que conviene no perder. Y aunque la bajada no sea demasiado complicada si que hay que poner atención en varios puntos. Incluído un pequeño destrepe.

Alto de Matasanos
Así que iniciamos nuestro descenso: Peñas Linderas, Alto de Matasanos, Collado de Matasanos, increible lugar bien guardado por las Torres de la Pedriza, aquí giramos a la derecha para alcanzar el Collado del Miradero (1985 metros). Un pequeño balcón donde gozar por un rato de la vista desde allí ofrecida. Desde el collado el sendero entra en una zona arbolada, seguimos descendiendo poniendo atención al camino, este tramo se hace un poco largo hasta llegar a una zona bastante ancha de lanchares de granito donde dimos cuenta del bocadillo.


Las Torres desde el Collado de Matasanos
Ya no quedaba mucha historia: los llanillos, el llano de la Peluca, la autopista hasta alcanzar un atestado Cantocochino donde calmamos la sed con unas merecidas cervezas (excepto la pobre Dori que no puede beber ese regalo rubio de los dioses y que en esta ocasión fue la única representante femenina en nuestra cordada). Seguimos bajando junto a la vera de un "playero" Manzanares hasta el Tranco donde subimos al coche para regresar a la Morcuera. Fueron unas 8 horas de tranquila marcha hasta Cantocochino pero sin duda el paisaje merecía tal dilación en el tiempo. En definitiva una gozada de jornada montañera.

Collado del Miradero


viernes, 5 de agosto de 2011

200 años de la ascensión al Jungfrau

Un artículo relacionado con la historia del montañismo para terminar la semana. Está relacionado con la celebración del 200 aniversario de la conquista del Jungfrau (Suiza). Aquí os dejo el post.

Ayer, 3 de agosto, Suiza conmemoró el 200 aniversario de la primera ascensión a la Jungfrau, uno de los cuatromiles más míticos de los Alpes, que da nombre a toda una región y que es célebre en todo el mundo gracias al ferrocarril cremallera que sube hasta sus pies.

Tal y como sucedió con Zermatt y Chamonix, los pioneros del alpinismo empezaron a descubrir las cumbres del Berner Oberland a principios del siglo XIX, convirtiendo a Interlaken, Grindelwald, Wengen, Mürren y Lauterbrunenn en el centro neurálgico del turismo de montaña a los pies de la Jungfrau.

Por aquel entonces, las grandes cumbres suizas permanecían vírgenes, atrayendo el interés de alpinistas y turistas (la mayoría ingleses) a la región. Los cazadores y los pastores de la zona no tardaron en convertirse en auténticos guías de montaña, pues conocían como nadie la zona y sabían interpretar con fiabilidad los avisos de la madre naturaleza.

Precisamente fueron dos cazadores de Fiesch (Valais), Alois Volker y Joseph Bortis, quienes guiaron a los hermanos Johann Rudolf y Hieronymus Meyer hasta la cumbre de la Jungfrau (4.158m). Fueron los primeros en llegar, en 1811, tras cuatro días de travesía desde el Lötschental. Tal hazaña trajo consigo un notable incremento de popularidad no solo de la Jungfrau sino de sus cumbres vecinas y sus valles, facilitando la creación de las primeras compañías de guías en la región.

Un año más tarde, los mismos guías Alois Volker y Joseph Bortis, junto a Arnold Abbühl, escalaron por vez primera el Finsteraarhorn (4.273m), demostrando que las grandes cumbres podían ser vencidas. La ascensión a la Jungfrau marcó el inicio de la gran conquista de los Alpes, disparando el número de ascensiones y el interés deportivo y científico por las grandes cumbres suizas. Con el paso de los años, la región se convertiría en todo un referente global a nivel de esquí y deportes de montaña, evolucionando hasta la actualidad.

La región de la Jungfrau celebra, desde el 30 de julio hasta el 7 de agosto, una serie de actos conmemorativos donde encontramos un interesante ciclo de conferencias a cargo de alpinistas de nivel, como Thomas Ulrich o Stephan Siegrist. El día 3 de agosto la pequeña población de Wengen, situada en una impresionante terraza por encima del valle de Lauterbrunnen, a los pies de la Jungfrau, recibió la visita del Consejero Federal Ueli Maurer, quien presidió un acto oficial en memoria de la primera ascensión.

La sección de Lauterbrunnen del CAS (Club Alpino Suizo), activa desde hace cien años y la Asociación de Guías de Montaña de Grindelwald, fundada hace 125 años, participaron activamente de la celebración, pues su labor divulgadora y profesional a la hora de dar a conocer la Jungfrau al mundo merece el reconocimiento que se les otorgó.

Para la ocasión se ha puesto a la venta el libro “Jungfrau, 200 Jahre Jungfraugipfel”, (solo en alemán), escrito por Peter Brunner, donde se rinde homenaje a la conquista de la Jungfrau, a los 125 años de Asociación de Guias de Grindelwald y a los cien años de la sección CAS de Lauterbrunnen.

Hace una década, con motivo del 140 aniversario de la hazaña, un grupo de alpinistas británicos y de guías de montaña suizos ascendieron al Jungfrau recreando la primera ascensión, usando ropa y material del siglo XIX. Durante los diez días de expedición, consiguieron ascender también al Mönch.

jueves, 4 de agosto de 2011

Senda del Genaro

Os remito información sobre una nueva oferta senderista en nuestra sierra. La llamada Senda del Genaro que bordea el embalse del Atazar. En la página web que os refiero más abajo teneís información muy completa.

El circuito completo se podrá hacer en seis jornadas.
La Mancomunidad del Embalse del Atazar ha lanzado el pasaporte de la “Senda del Genaro” (GR 300) que viene a ser un pasaporte parecido a la famosa compostelana del Camino de Santiago.

La idea es que la gente complete las seis etapas que forman el GR 300, ya sea caminando, en bicicleta o caballo/burro. El GR 300 Senda del Genaro, une los pueblos ribereños al Embalse del Atazar y tiene como característica particular que es un recorrido circular que se puede hacer en varios días.

El pasaporte de la Senda del Genaro se puede pedir y sellar en los museos, ayuntamientos, puntos de información, bares y restaurantes de El Atazar, El Berrueco, Cervera de Buitrago, Patones, Puentes Viejas y Robledillo de la Jara. Los establecimientos en los que se puede sellar el pasaporte se identifican por un distintivo.

Más información y guía interactiva de la “Senda del Genaro” en: http://www.embalsedelatazar.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Camino de Santiago en el Val d'Arán

El Valle de Arán prepara su propio Camino de SantiagoIndependientemente de que al final todos los caminos lleguen a Santiago, existan tantos caminos como caminantes, o que hablemos de un único camino con distintas ramificaciones… lo cierto que quien no quiera ir a Santiago no puede alegar “ausencia de rutas”. Por doquier surgen recorridos que de una u otra forma te acercan a ese “finis terrae” donde brilla con luz propia la tumba del Apóstol (sin entrar realmente a preguntar a quien pertenecen los huesos que yacen en el sepulcro). Pues aquí, como en otras cosas importa más el sentido que la fría realidad.

Pues bien, a este ya largo catalogo da caminos se suma el proyecto presentado “La Asociación de Amigos del Camino de Santiago en la Val d’Aran” que acaba de culminar la primera fase del proyecto de una ruta jacobea que une Saint Bertrand de Cominges y Roda de Isábena a través de la Val d’Aran. Aquí os dejo la publicación. (La verdad que podría ser una opción interesante para algún año)

“La Asociación de Amigos del Camino de Santiago en la Val d’Aran comenzó hace dos años a dar forma a la hipótesis de que una de las antiguas vías de peregrinos entrara en España por el Valle de Arán. El punto de partida era evidente: si no hubiese existido ese camino, ¡qué sentido tenía la presencia de un hospital construido en el siglo XIII en la vertiente sur del puerto de Viella!

Tras dos años de estudios y trabajo sobre el terreno buscando los caminos que permitieran ir desde Saint Bertrand de Cominges, en Francia, a Roda de Isábena, en la Ribagorza aragonesa, a través de la Val d’Aran, la Asociación presentó el resultado el pasado jueves 28 de julio en el Conselh Generau d'Aran.

Y el resultado es un itinerario de 150 kilómetros, 170 para los ciclistas, que parte de Saint Bertrand y utilizando una nueva vía ciclista entra en el Valle de Arán por Pont de Rei. Una vez en el Valle de Arán, la ruta jacobea discurre por el Camí Reiau y sale del valle por el camino del Puerto de Viella, la única vía que comunicaba el valle con la . A partir de ahí, el camino utiliza senderos de pequeño recorrido y caminos vecinales hasta Pont de Suert, donde cambia de dirección para dirigirse hacia el oeste, hacia Vilas del Turbón, donde de nuevo toma rumbo sur hasta llegar a Roda de Isábena.

Ahora comienza la segunda fase, que es la de señalización, una labor que la Asociación confía en que las administraciones de los tres territorios que atraviesa el “camino aranés” comiencen a hacer durante lo que queda de verano. Para ello se va a utilizar la clásica vieira amarilla sobre fondo azul. En estos momentos, la Asociación está poniendo en marcha una página web con toda la información necesaria para hacer el camino aunque éste no esté todavía señalizado. Hasta que la página esté activa, se puede solicitar la cartografía GPS en la dirección electrónica caminoaranes@gmail.com.

Por ahora, según reconoce el presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago en la Val d’Aran, José Fernández, los caminantes tendrán que hacer uso de los alojamientos privados para pasar la noche, ya que no hay ningún albergue para peregrinos. “El alojamiento no representa ningún problema –asegura José Fernández– porque toda la ruta, sobre todo en la parte aranesa, está bien dotada de instalaciones hoteleras para todos los gustos y bolsillos”.

Los promotores del Camino aranés calculan que los peregrinos a pie pueden recorrer todo el itinerario en ocho etapas bastante cómodas, a excepción de la que corresponde al puerto de Viella, que es inevitablemente larga y sacrificada. Por su parte, los ciclistas pueden cubrir el viaje en seis etapas”.

martes, 2 de agosto de 2011

Travesía Puerto Cotos-Fuenfría-Puerto de Navacerrada

Domingo 24 julio

Con un poco de retraso os mando una pequeña crónica de nuestra travesía del domingo 24. Fuimos sólo Jose y yo. Comenzamos a las 8.20 desde el Puerto de Cotos y a eso de las 3 ya habíamos acabado. Pillamos un dia de frío (bastante impropio para un mes de Julio) que hizo que andar por parte del recorrido, la más aérea, fuera bastante desapacible. El recorrido muy bonito y variado de unos 17 kilometros que se puede repetir con el grupo "completo".

Comenzamos junto a la estación de Cotos para comenzar un rápido descenso por un camino balizado con manchas de pintura amarillas. Es el camino viejo del Paular, una antigua vía que comunicaba esta Cartuja con la Granja de San Ildefonso. El camino, ahora una amplia pista forestal está arreglado y se baja muy bien. Alcanzamos así la carreterilla asfaltada, sin tráfico rodado que atraviesa el pinar de Valsain. Giramos a nuestra izquierda y seguimos el tranquilo descenso, contemplando esos inmensos pinos que jalonan el itinerario como altivos mástiles que se elevan al cielo. Junto a las pinturas amarillas hay muy escasas pinturas del GR, que venimos siguiendo desde el puerto y nos acompañará hasta la Fuenfría (aunque alguien debería pensar en repintarlas y colocar algunas en cruces estratégicos, en que brillan por su ausencia). Nuestro camino desemboca y va a morir en la ajetreada carretera, justo al final de las Siete Revueltas, hay que cruzarla con cuidado y bajar unos cientos de metros por el arcén. Justo después de pasar la abandonada casa de postas o "venta de los mosquitos", tomamos un camino que sale a nuestra izquierda. Donde comenzamos a ver de nuevo las marcas del GR.

Hemos perdido unos 400 metros desde Cotos que ahora tenemos que comenzar a recuperarlos. Pasamos junto a un pequeño monolito puesto en memoria de un soldado "desaparecido" en 1937. Pero cuyo cadáver no ha sido encontrado. El camino sigue siendo igual de cómodo pero comienza a elevarse, teniendo alguna que otra rampa más o menos dura. Dejamos la pista asfaltada que sube hacia la fuente de la Fuenfría (nos serviría igualmente para alcanzar el puerto pero con más vueltas). Tomamos un amplio camino carretero por donde avanza el GR, aunque las señales del mismo en este punto crucial brillan por su ausencia. Este camino sube ya decididamente, finalmente llega a una pequeña vaguada donde hay que vadear el rio, en esta época de caudal bastante menguado, y reconvertido en senda asciende muy fuertemente hacia el puerto.

Por fin a eso de las 11 alcanzamos el puerto de la Fuenfría, muy concurrido. Paramos un poco para reponer fuerzas y sentimos ya el frío, presagio de lo que nos espera más arriba. Volvemos al camino solitario y nos enfrentamos a la áspera loma que nos llevará a coronar el Cerro Ventoso, bastante incómoda de subir, y que al final la mejor opción es ascender por la vía directa evitando las zonas de pequeñas pedreras que aparecen diseminadas de aquí a allá.

La zona de Cerro Ventoso es bastante desconocida, sin embarga esta estrecha planicie tiene vistas agradecidas, sobre todo del macizo de Siete Picos que ya contemplamos a nuestra derecha. Atravesamos la mesetilla para bajar por evidente camino hasta el collado Ventoso, otra zona animada y concurrida, verdadera encrucijada  de caminos. Sin más nos enfrentamos a la tarea de subir el tramo final que nos aupará hasta el objetivo: la escotadura entre el sexto y quinto pico. Sin embargo esta subida, como ya llevamos bastante calentamiento previo, se antoja cómoda, además el camino no presenta grandes problemas. Y alcanzamos nuestro objetivo, somos recibidos arriba por un intenso aire frío, muy desagradable y que nos lleva a enfundarnos todo lo que tengamos de ropa. Suerte que Jose me pudo dejar un chubasquero que algo me alivió. Estamos casi en los 2100 metros, así que habremos ascendido unos 700 metros más o menos.

Recorrimos la estrecha plataforma donde se acumulan los montones de piedras que van conformando las distintas cimas de siete picos. Nos colocamos debajo de la "ventana de diablo", y fuimos observando esa curiosa arquitectura de caos de rocas de granito modelada por siglos de tiempo. Muy lejos a la izquierda contemplamos el puerto de Cotos, donde comenzamos la singladura hace ya algunas horas. Nuestro camino es ahora sencillo, sólo hay que prestar atención en el paso del segundo pico, un tanto incómoda de flanquear. Alcanzamos el primer pico, el más alto, con prisas para bajar y buscar alguna zona más "calentita". Comienza un rápida bajada por un claro sendero que ofrece varias alternativas. Es la zona donde vemos más caminantes pues nuestra ruta, salvo puntos concretos, estuvo bastante solitaria. Por fin cercr ya del cerro del telégrafo encontramos una zona resguardada donde tomar el bocadillo. Desde aquí hasta el puerto ya queda poca historia que contar. A las tres alcanzamos la venta Arias, donde un café nos sirvió de punto final a esta bonita travesía.